DAOT Apoyando al poder popular: Portal informativo Patrimonio Social y Ambiental de la Nación: NUDESUR Tierra de hombres libres que luchan por seguir viviendo en revolución, montañas de combatientes libertarios, de historias y leyenda, llanuras de guaicaypuro y de descendencia Gayón, corredor del oso frontino y bosques para el nuevo milenio callesdaot@gmail.com contáctenos. facebook y twitter fundesuruguapo
martes, 17 de marzo de 2020
Coronavirus: ¿Bioterrorismo? “Más allá del Eje del Mal”
La guerra biológica
Actualmente uno de los campos donde se intenta obtener la supremacía hegemónica en el orbe escapa a todas las doctrinas éticas y corresponde a la guerra y/o arma biológica.
En este sentido, la potencia mundial que invierte la más alta suma de su presupuesto anual para financiar programas científicos que investigan sobre agentes patógenos que puedan ser usados como armas biológicas es el imperio genocida del gobierno de Estados Unidos, experimentando constantemente en naciones entre las que destaca Cuba al ser objeto de múltiples epidemias artificialmente provocadas:
El gobierno de Estados Unidos tiene una larga historia en el uso de armamento químico y biológico contra la isla caribeña. En 1961-62, la infame “Operación Mangosta” de la CIA tuvo como propósito causar enfermedades a los obreros de la caña de azúcar al esparcir químicos en los cañaverales. Los agentes norteamericanos intentaron en repetidas ocasiones contaminar el azúcar cubano para la exportación. Más tarde la CIA admitió que durante los años 60 emprendió una “investigación” clandestina para montar una guerra contra las cosechas de varios países bajo el programa MK-ULTRA, pero dijo que sus registros habían sido destruidos. Al final de la década, cuando Castro intentó movilizar a la población para conseguir una zafra de 10 millones de toneladas de azúcar, al margen de las estupideces de la rampante burocracia, la CIA saboteó la cosecha manipulando nubes para producir lluvias torrenciales en las provincias vecinas y dejando los campos de caña secos (ver William Blum, Killing Hope: U.S. Military and CIA Interventions Since World War II [Common Courage Press, 1995]).
Cabe destacar, en este caso concreto, que en Wuhan funciona uno de los más sofisticados laboratorios biológicos del máximo nivel de bioseguridad 4, Wuhan BSL-4, perteneciente al Instituto de Virología de Wuhan, que experimenta con agentes biológicos que representan un alto riesgo individual de contagio.
Este laboratorio trabaja con los patógenos más peligrosos del mundo, incluyendo varios coronavirus, como SARS-CoV (Síndrome Respiratorio Agudo y Grave), MERS-CoV (Síndrome Respiratorio del Medio Oriente) y muchos otros tipos de virus bajo la supervisión no solo del Gobierno chino sino de la misma OMS, participando virólogos de EE.UU., Canadá y el Reino Unido.
La transferencia de la patente del 2019-nCoV 2015 del Departamento de Justicia de EE.UU. al laboratorio de Wuhan BSL-4, ratificando que el coronavirus 2019-nCoV fue conocido por primera vez en 1965, autorizó no solamente a los científicos chinos para investigar este patógeno que podía mutar durante los experimentos. En 2018, en el sur de China, los virólogos descubrieron 89 nuevos coronavirus procedentes de murciélago, según la revista norteamericana Journal of Virology (13 de junio 2018), que tenían el mismo receptor que el CoV-MERS, investigación financiada tanto por el Ministerio de Ciencia y Tecnología de China como la USAID (CIA) y el Instituto Nacional de Salud de EE.UU., que siempre compartió información de los avances en la investigación sobre enfermedades infecciosas y armas biológicas con el Pentágono, agravado por cooperación en el desarrollo de insectos asesinos para transportar virus modificados genéticamente e insertarlos en tres tipos de insectos: pulgas, chicharras y aleuródidos (1).
Lo anterior abre la posibilidad de filtración deliberada del 2019-nCoV o por descuido de los virólogos de EE.UU para sus planes de guerra.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por tu interes